lunes, 16 de agosto de 2010

11-8-2010
OROPESA DEL MAR
Hemos decidido hacer otra excursión en moto veraniega. Hay dos elementos a visitar una calita que hay detrás del puerto deportivo y la Torre del Rey. La cala Retor, una maravilla. A pesar de ser pequeñita, no se llena de gente. No sé si porque es Miércoles o porque la conoce poca gente. El acceso no es muy malo del todo, lo malo es que no hay aparcamientos, aunque la moto se aparca en cualquier parte. Hace un día fantástico. Nos bañamos, nos tomamos una cerveza y nos ponemos morenitos. Que gusto, que paz. Cuando nos cansamos nos vamos a buscar un rincón donde comernos los bocadillos a la sombra. Justo enfrente de la Torre del Rey hay un pequeño parque y este es el lugar elegido. Hacemos lo de siempre, comer, leer y otros dormir, luego un café y un helado para luego cruzar para visitar la torre. Es impresionante. Esta no tiene escaleras de caracol pero de todas formas los escalones son incómodos de subir porque tiene una altura mayor que los demás. Y los pasillos son estrechísimos, Javi cabe a lo justo, bueno y yo también. Estas escaleras nos lleva al primer piso que van a dar a dos salas rectangulares que creo hacían de almacén. Se sube hasta la parte de arriba y allí contemplo todo lo que se expone ante mi vista. Disfruto del monumento en sí, pero luego allí arriba… ¡que bonitas vistas! Esta torre como todas las demás se construyeron con la idea de defender al pueblo de los ataques de los piratas en el año 1413, luego la compro Felipe II y la pago a plazos en 1564 y desde entonces la llaman la Torre del Rey. Se construyo también un castillo y una iglesia pero fueron destruidos. Tiene un retrete. Según dice la información es la única torre que disponía de este servicio. También tiene un aljibe, una chimenea y unas troneras en las esquinas desde donde vigilaban todo el horizonte. Me he divertido mucho. Sabemos que hay unos yacimientos pero poco a poco.





viernes, 13 de agosto de 2010

5-8-2010
TORREBLANCA

Aquí ya habíamos estado en otras ocasiones viendo la iglesia de San Bartolomé y por supuesto en su playa de Torrenostra. Hoy hemos venido a su playa y como siempre nos hemos traído la comida y nos la hemos comido en un pequeño y sombreado parque que hay justo delante de la playa. Después de descansar nos tomamos un cafelito y otra vez a esta playa tan acogedora que a mí me encanta. La transparencia de sus aguas y la tranquilidad que se respira a pesar de que viene mucha gente. Es muy curioso, por la mañana temprano ya están las sombrillas plantadas con las sillas enganchadas y nadie se las lleva. A la hora de la comida pasa lo mismo, se van a comer y las dejan puestas.
En esta playa se celebra la Virgen del Carmen como en tantas ciudades costeras de España.
Hacemos tiempo para poder visitar su torre, la Torrenostra, aunque en la información se le llama la Torre Agüita. Es del siglo XVII y en sus principios estaba aislada pero cuando llegaron las primeras familias, construyeron sus casas tomando la alineación de la torre. Hoy en día está rodeada de apartamentos. Tiene cuatro plantas a las que se va accediendo por una estrecha escalera de caracol. Cuando digo estrecha es que es estrecha de verdad. Los escalones son triangulares y no me cabe el pie. La bajada es para mi peor que la subida ya que voy aguantando el equilibrio. Mañana todavía me acordare de ella, ya que tendré agujetas. Las vistas desde arriba no llegan a ser espectaculares ya que no es muy alta pero ha merecido la pena.