10-4-2011
SAN MATEO
Esta es la última parada, el último pueblo por visitar hoy. Ya hemos estado aquí muchas veces pero en el Santuario de la Virgen de los Ángeles solo una vez cuando acabábamos de llegar a Castellón. Esta situado en una colina, según las guías no muy alta, 400 m. pero nosotros la hemos subido en moto y las curvas con subida son de temblarme las piernas. He pasado miedo al subir pero es que al bajar más de lo mismo. Merece la pena desde luego, la vista es fantástica. Hay jardines con vegetación autóctona y con ello, fresquito. El paseo por allí muy agradable. Hay un equipo de futbol de chavales y Javi entabla conversación con uno de ellos muy espabilado. Hay, como no, un restaurante pero no le resta encanto porque no esta tan integrado en el monumento como el de Traiguera. Al menos esa es la impresión que me causa a mí. Lo que son las casualidades. Hay un hombre sentado al fresco con una gorra de la Armada Española y Javi se fija y le pregunta que porque. Resulta que este señor ha sido militar, hizo el periodo de instrucción en San Fernando y lo destinaron, no quedo muy claro si a La Carraca o a Puntales. Su hijo también es militar y estuvo en La Infanta Cristina. Muy agradable y muy amable. Entramos en el Santuario para ver a La Virgen. No encuentro muchos datos aunque el conjunto completo es del siglo XVI-XVII. El retablo en madera me resulta muy interesante. Quisiera saber más pero el señor que nos enciende las luces no cuenta mucho. Bajamos. Tengo que decir que abajo hay una explanada con pinos y olivos y una mesa de esas de merenderos y allí nos dedicamos a descansar y a comernos los bocadillos antes de la subida al santuario. Nos vamos. Ya no hace tanto calor y Javi tiene que parar para ponernos los chaquetones.
SAN MATEO
Esta es la última parada, el último pueblo por visitar hoy. Ya hemos estado aquí muchas veces pero en el Santuario de la Virgen de los Ángeles solo una vez cuando acabábamos de llegar a Castellón. Esta situado en una colina, según las guías no muy alta, 400 m. pero nosotros la hemos subido en moto y las curvas con subida son de temblarme las piernas. He pasado miedo al subir pero es que al bajar más de lo mismo. Merece la pena desde luego, la vista es fantástica. Hay jardines con vegetación autóctona y con ello, fresquito. El paseo por allí muy agradable. Hay un equipo de futbol de chavales y Javi entabla conversación con uno de ellos muy espabilado. Hay, como no, un restaurante pero no le resta encanto porque no esta tan integrado en el monumento como el de Traiguera. Al menos esa es la impresión que me causa a mí. Lo que son las casualidades. Hay un hombre sentado al fresco con una gorra de la Armada Española y Javi se fija y le pregunta que porque. Resulta que este señor ha sido militar, hizo el periodo de instrucción en San Fernando y lo destinaron, no quedo muy claro si a La Carraca o a Puntales. Su hijo también es militar y estuvo en La Infanta Cristina. Muy agradable y muy amable. Entramos en el Santuario para ver a La Virgen. No encuentro muchos datos aunque el conjunto completo es del siglo XVI-XVII. El retablo en madera me resulta muy interesante. Quisiera saber más pero el señor que nos enciende las luces no cuenta mucho. Bajamos. Tengo que decir que abajo hay una explanada con pinos y olivos y una mesa de esas de merenderos y allí nos dedicamos a descansar y a comernos los bocadillos antes de la subida al santuario. Nos vamos. Ya no hace tanto calor y Javi tiene que parar para ponernos los chaquetones.
