7-11-2010
NULES-ALQUERIAS DEL NIÑO PERDIDO
Mirando por internet, buscando cosas interesantes que ver, vimos que entre Nules y Alquerías hay tres bunker de la guerra civil y una villa romana. El día no está muy definido meteorológicamente hablando. Hace viento y montada en la moto hace frio, pero luego andando hace mucho calor. En el camino hacia nuestro destino pasamos por el nuevo monumento del artista local Ripolles. A mí me encanta lo que hace, son alegres y de seres fantásticos, alegres por sus colores aunque hay algunos que son de color bronce y de seres que solo un genio podría crear. Este creo que está dedicado a la Paz y es muy alto. Unas manos unidas rodeadas de unas palomas. Me gusta.
Encontramos los bunker que están en tierra con propietarios, pero no parece que a nadie le importe que deambulemos por aquí. No están juntos pero tampoco están muy lejanos uno de otros. A mí me impresionan. A dos de ellos se puede entrar, yo entro con cierto recelo. En uno de ellos hay muchos trastos de los agricultores próximos a el y el otro está limpio. En los ventanucos todavía están los tablones de madera que se usaban para apoyar el fusil.
Seguimos camino para buscar la villa romana, buscar, esa es la palabra, porque está escondida entre naranjos. Se llama Villa Romana del Benicató. No me gusta mucho, no veo mucho, solo el trazado con piedras, para mí, actuales. Tan solo parecen de aquella época los ladrillos de una especie de desagüe, porque los trocitos de columnas son bastantes falsas, desde mi ignorante punto de vista. De todas formas es interesante de ver y me ha merecido la pena venir hasta aquí.
Pasamos por Mascarell, una pequeña ciudad amurallada que está dentro de Nules y están celebrando un mercado medieval.
Llegamos a Alquerías y aparcamos al lado de su precioso Ayuntamiento. En un parque cercano nos tomamos un refrigerio y no nos podemos ir sin ver la iglesia de la Virgen del Niño Perdido cuya construcción es del siglo XX. Nos vamos en dirección a nuestra casa.